Los sellos de caucho son de los más utilizados en el mundo, y no por nada. Tienen unas características que los diferencias, para bien, de otros sellos que actualmente podemos encontrar en el mercado. Hoy vamos a ver esas características y vamos a diferenciar las ventajas que tiene utilizar los sellos de caucho para estampar una imagen en cualquier lugar que queramos.

Características de los sellos de caucho

Existen varios modelos de sellos de caucho, pero una característica que comparten todos, y es muy evidente, es el material con el que están fabricadas sus matrices: caucho.

Podemos encontrarnos dos tipos de sellos de caucho actualmente, los sellos automáticos y los sellos manuales. Los sellos automáticos nos facilitan un poco el trabajo del sellado, pues disponen de un recipiente con tinta que se encarga de entintar la matriz para estar lista después de cada sellado. En el caso de los sellos manuales tendremos que entintar nosotros mismos la imagen que tiene el caucho para poder sellar.

La forma de estos sellos también es característica de ellos. Los tradicionales disponen de un troquel, muy cómodo para sellar. Aunque no son los únicos, pues existen algunos sellos automáticos que también cuentan con un troquel. Aunque lo más común es encontrarnos con una forma rectangular bastante menos ergonómica, pero que no resulta demasiado molesta para sellar.

Ventajas de los sellos de caucho

Ya conocemos las características de estos sellos, pasemos a ver las ventajas que éstos tienen.

La principal ventaja que podemos encontrarnos es que es muy sencillo sellar con ellos, y ni que decir si hablamos de tener que estampar la imagen de nuestra matriz en una gran cantidad de lugares, es algo que podemos hacer en cuestión de minutos. Lo único que necesitamos es presionar la matriz contra lo que queramos sellar, y pasar el sello por tinta si estamos utilizando un sello tradicional.

Son muy cómodos de utilizar. Si bien los sellos automáticos pueden ser un poco más incómodos, siguen siendo bastante ergonómicos si los comparamos con otros tipos de sellos. De forma que podrás sellar sin tener que preocuparte por no poder sellar cómodamente.

Además son sellos muy baratos. Tanto los sellos como la tinta se pueden comprar por muy poco dinero, de forma que no tendrás que hacer un gran gasto para poder sellar todo lo que quieras. Podrás plasmar la imagen que tienen tus matrices por unos pocos euros.

Pero si hay una característica que puede llamar la atención de todos es que con los sellos de caucho puedes sellar sobre cualquier superficie. Incluso puedes hacer sellos invisibles. Esto no recae tanto en el sello sino más bien en la tinta que se utiliza. Puedes sellar cristal, metal, productos textiles y otra gran cantidad de materiales. Claro que otra clase de sellos no podrían hacerlo por la forma que tienen para sellar, que no les permitiría realizar la impresión sobre otros materiales.

¿Se te ocurre alguna otra ventaja que tengan los sellos de caucho? Puedes compartirla con nosotros en los comentarios.

¿Estás dudando a la hora de comprar sellos automáticos? Ya sea porque no sabes si escoger estos sellos o porque no sabes qué sellos automáticos escoger, vamos a tratar de disipar todas tus dudas en este artículo.

¿Sellos automáticos?

Sí, sellos automáticos. Tienen muchas ventajas y la principal es la que indica su nombre, que son automáticos –bueno, casi del todo-. Son sellos que están pensados para ocupar poco espacio y para realizar mucho trabajo. Seguramente ya hayas visto muchos de estos sellos en muchas oficinas (puedes ver cómo son en la imagen que tienes bajo estas líneas). A continuación te explico sus ventajas.

Como ya mencioné, todo recae sobre que es automático. Aquí están las razones por las que es una buena opción comprar un sello automático:

• No necesitas mojarlos en tinta, tienen un compartimento en su interior el cual “recarga” la matriz y la deja siempre disponible para sellar en el acto.
• Te ahorras todos los problemas con la tinta: derrames, manchas, exceso de entintado (por la razón anterior).
• Puedes sellar una gran cantidad de documentos sin la necesidad de tener que hacer nada más que un poco de presión en el sello.
• Los sellos numeradores mueven sus números automáticamente, por lo que no tienes que preocuparte cuando sellas documentos con números consecutivos.

¿Qué sellos nos encontramos?

Como puedes ver, todo son ventajas con los sellos automáticos. Ahora llega  el momento de conocer qué sellos automáticos hay. Ya hemos mencionado dos de ellos.

Sello de “imagen”: El sello automático “corriente”, aquel que dispone de una imagen –predefinida o personalizada- en la matriz, como el logotipo de una compañía.

Sello numerador: Es el sello que nos permite estampar números en cualquier papel.

Sello fechador: Funciona prácticamente igual que el sello numerador (a diferencia que no se cambian las fechas automáticamente). Se encarga de imprimir una fecha en cualquier documento.

¿Cuál deberíamos escoger?

Dependiendo de qué es lo que necesites sellar tendrás que escoger uno u otro. Claro está que si necesitas sellar números no comprarás un sello “clásico” o uno fechador. Pero puede que estés aquí buscando otra característica sobre la que escoger.

Los sellos automáticos normalmente tienen una forma rectangular, que no suele ser muy ergonómica. Aunque existen algunos que tienen la forma de un troquel –son los sellos numeradores los que suelen disponer de ese troquel- que hace que utilizar el sello automático sea mucho más cómodo.

¿Estás dudando entre estos sellos? Si no puedes decantarte por uno y otro, ten en cuenta que cada uno tiene sus ventajas e inconvenientes. Si bien es más sencillo tomar un troquel, cuando tienes que sellar mucho en poco tiempo tendrás dolencias en la palma de la mano (en la zona donde ejercerás presión con el troquel). Y lo mismo sucede con los sellos automáticos con su diseño rectangular. Cuando llevas mucho tiempo sellando te encontrarás con que te dolerán los dedos, pues tienes que hacer presión con ellos para sellar y que no se mueva la matriz al mismo tiempo que imprimes la imagen en el papel.

Ya en el siglo XXI estamos acostumbrados a que todo el trabajo que tenemos que realizar se haga de forma prácticamente automática. Lo mismo sucede con el sellado de documentos. Con la aparición de los sellos automáticos se ha hecho el trabajo más fácil y ahora la gran mayoría de las personas hacen uso de dichos cuños para estampar imágenes en dónde lo necesiten.

Pero antes de estos sellos automáticos existían otros sellos, los sellos manuales, que a pesar de llevarnos un poco más de tiempo a la hora de trabajar con muchos documentos no suponen ninguna dificultad. Es más, hay algunas personas que necesitan de éstos y no de los automáticos para poder llevar a cabo las funciones de sellado.

Entonces, ¿qué sello necesito? ¿Uno automático o uno manual? Veamos las diferencias entre unos y otros y así podrás darte cuenta de cuál es el más apropiado para ti.

Sellos manuales

 

Fueron los primeros en aparecer, los “clásicos”, y quizás por ello no tengan muchas ventajas frente a los automáticos. No obstante eso no significa que no tengan ninguna que merezca ser destacada y que pueda ganar muchos adeptos.

• La tinta que se utiliza no es cara
• Fácil de limpiar una vez se ha terminado de utilizar
• La matriz puede tener la imagen que quieras y de un tamaño considerable

Claro que tiene contras como que tendrás que entintar la matriz cada vez que quieras sellar un papel. Además de que, a diferencia de los sellos automáticos con motivos móviles, sólo disponen de una imagen que puede ser impresa sobre el papel.

Sellos automáticos

Éstos vinieron después y buscaron tener lo que no tenían los manuales. Los sellos automáticos nos permiten realizar un volumen de trabajo mucho mayor haciendo simplemente una única acción para estampar: hacer presión para que la tinta llegue a la matriz y al papel.

Las ventajas que tienen estos sellos son:

• Sellado sencillo
• Depósito de tinta que puede sustituirse fácilmente
• Motivos móviles (en fechadores y numeradores)
• Perfectos para realizar muchos sellos en poco tiempo

Lo mejor de estos sellos está en que no necesitas mojar en tinta la matriz cada vez que la vas a utilizar, pues la tinta está en el depósito y se gencarga de mojarlo cada vez que lo utilizas. También están los sellos fechadores y numeradores automáticos, que se encargan de mover automáticamente al número siguiente para poder trabajar con números consecutivos fácilmente.

Pero también tienen sus desventajas. Los depósitos de tinta no son tan económicos como la tinta que se utiliza en los sellos manuales. Además de que si no utilizas los sellos durante mucho tiempo la tinta se seca y tendrás que cambiarla. El mantenimiento que se les puede hacer a estos cuños es prácticamente nulo. El acceso a la matriz es muy complicado como para poder limpiarla, de forma que la misma tendrá una vida útil mucho menor que los sellos manuales.

Como puedes ver, los sellos automáticos son muy útiles cuando tienes muchos documentos en los que estampar una imagen, una fecha o una serie de números. Sin embargo su coste es más elevado, y es posible que se rompan antes que un sello manual. Por el contrario prestan la posibilidad de hacer uso de motivos móviles y poder utilizar distintas imágenes en un mismo sello.

Los sellos no se diferencian únicamente por el material del que están hechos. Y es que en realidad la mayoría de los sellos que nos encontramos en la actualidad están fabricados en caucho, a pesar de que existan motivos fabricados de otros materiales que son mucho menos comunes. De modo que distinguirlos por el material con el que están fabricados es, básicamente, una pérdida de tiempo.

Antiguamente se podía diferenciar el sellado por el material con el que se sellaba –no con el que estaba fabricado el matriz-, sin embargo los sellos han cambiado mucho desde aquella época y ahora se diferencian de otras formas debido al haberse dejado de utilizar los materiales que se usaban en la antigüedad para realizar los sellos.

Entonces, ¿qué clases de sellos existen? A continuación vamos a ver un poco por encima las clases de sellos que podemos encontrarnos actualmente en el mercado, aunque las diferenciaremos por sus matrices, es decir, por las imágenes que tienen definidas y las que se utilizan para imprimir en el papel.

Sello fechador

El sello fechador (como podrás imaginarte) sirve para estampar las fechas en un papel. En su “sistema” nos encontramos únicamente con los días, nombres del mes y año. Haciendo uso de motivos móviles podemos plasmar cada día, mes y año que estén grabados en el sello en un papel sin mucha más dificultad que presionar la zona superior del troquel. Suelen ser sellos automáticos, por lo que no tendremos que gastar tiempo en ponerle tinta más que cuando llenamos el depósito que tienen.

Sello numerador

Éste es muy similar al sello fechador, también nos encontramos con piezas móviles que nos permiten sellar distintas secuencias de números. Lo mejor que nos encontramos en estos sellos numeradores es que realizan la numeración secuencial. Una vez hacemos uso de un número pasa al siguiente, de forma que es perfecto para cuando hay que sellar distintos documentos con números consecutivos, de forma que nos ahorramos el tener que modificar los números que tienen que ser sellados en el papel.

 

Sello en seco

El sello en seco un sello en relieve. Este sello nos permite crear un sellado sin la necesidad de tinta, solo con presión. De forma que lo único que necesitamos hacer es ejercer presión para que el matriz realice los surcos en el papel y que así pueda plasmar la imagen que tiene el sello. Si bien es ventajoso el no necesitar tinta, es un tipo de sello que se ha dejado de utilizar desde hace ya unos cuantos años.

Sello de goma

El sello de goma es el sello al que estamos acostumbrados. Dentro de este tipo nos encontramos con los sellos de caucho, que son los más comunes actualmente en el mercado (donde los sellos fechadores y los numeradores también están fabricados con caucho).

 Además de diferenciar los sellos por las matrices que utilizan, también podríamos diferenciarlos por el tipo de “sistema” que utilizan. En ese caso nos toparíamos con los sellos automáticos, como lo son los sellos fechadores y numeradores, que utilizan un depósito de tinta y solo tenemos que preocuparnos por realizar un poco de presión para liberar la tinta.
También nos encontramos los sellos “clásicos”, a los que tenemos que pasar la tinta para que se acople a la matriz y poder plasmar la imagen en el papel posteriormente.

Hasta hace algunas décadas el sellado se hacía de forma manual, ya sea con un sellado en seco o haciendo uso de tinta. Pero después de ellos llegó un nuevo tipo de troquel, uno que nos permite hacer el trabajo de forma automática. Estos sellos son los sellos automáticos (también llamados sellos autoentintadores) y que tienen un sistema muy simple, el cual se encarga de mojar en tinta nuestro sello cada vez que lo utilicemos para que esté listo para otro uso más, y así hasta que se acabe la tinta. La forma en la que funcionan es muy sencilla, pero es suficiente para cumplir su cometido: poder estampar las figuras que queramos en prácticamente cualquier lugar.

¿Cómo funcionan los sellos automáticos?

Como ya sabrás, la función de los 'cuños' es plasmar una "imagen" (ya sea un logotipo, un nombre, una fecha o cualquier otro tipo de imagen) en un papel. Para hacer esto, los sellos automáticos se bastan de tinta y de ahí es que también se llamen autoentintadores.
El trabajo de sellado manual se hacia de una forma muy simple. Con una esponja con tinta (o un contenedor con tinta fresca) se moja la imagen y luego se presiona contra el papel para poder imprimirla.

Sin embargo los autoentintadores cuentan con un depósito de tinta dentro de ellos. Éste está ligado directamente a una esponja y la esponja pasa la tinta al sello. De esta forma podemos imprimir una misma imagen tantas veces como la tinta que tengamos nos lo permita. Lo único que hay que hacer para estampar una imagen en un papel con un autoentintador es presionar la zona superior de él (donde se encuentra todo el 'mecanismo' del sello, es decir, la imagen, la esponja y la tinta) para que se pueda sellar.

Su funcionamiento es igual en prácticamente todos los tipos de sellos automáticos. Sin embargo los sellos fechadores tienen una característica especial, y es que disponen de otro mecanismo que nos permite modificar los números, de forma que podamos cambiar la fecha que queremos que se imprima. O, en el caso de que cuenten con fechas más 'completas', cambiar también los nombres de los meses que se van a sellar.

¿Dónde conseguir sellos automáticos?

 Al igual que con los sellos "normales", podrás conseguir sellos automáticos en papelerías y en establecimientos especializados. Además, claro está, de poder encargar tus sellos automáticos personalizados por internet, en una de las tantas tiendas que hay disponibles hoy en día y que pueden enviarte tus autoentintadores a tu domicilio sin que tengas que hacer mucho más (claro está que tendrás que trabajar en la imagen que quieres que muestre el sello, así como si quieres que tenga algún diseño el propio autoentintador).